“Fui abordada por un hombre que dijo llamarse Mathew Stines. Expresó que era gay, que estaba muy triste y deprimido y quería dejar su estilo de vida y me preguntó si podría ayudarle”, relata la consejera.
Pero el verdadero nombre de este sujeto no era Mathews Stines sino Patrick Strodick, y estaba mintiendo también sobre por qué la había abordado. Lesley le creyó: “Honestamente, yo creí todo lo que él dijo. No tenía razón para pensar lo contrario. El parecía muy ansioso. Me seguía haciendo las mismas preguntas y yo pensé que sólo trataba de decidir si ésta era la terapia correcta para él”.
Lesley dice que Patrick le expuso claramente en dos sesiones que quería dejar el estilo de vida gay.Lo que ella no sabía era que se trataba de un periodista encubierto y que tenía una grabadora escondida. Finalmente las sesiones de consejería pararon y comenzó una pesadilla profesional para Lesley.
“Después me llamó para decirme que no era nada de lo que había dicho. Su voz cambió totalmente y dijo que había mentido acerca de todo, todo… su nombre, dirección, su ocupación. Que no estaba para nada deprimido. Que era un periodista gay. Era feliz con su estilo de vida y su propósito era denunciarme a mí y a gente como yo”.
El periodista Patrick Strodick dirige un grupo llamado “Fuerza anti-terapias de conversión”, que se opone a las terapias psicológicas de conversión que ayudan a gays a ser heterosexuales. El escribió sobre su experiencia con Lesley para dos de los mayores periódicos de Inglaterra.
LE RETIRAN LA ACREDITACIÓN PROFESIONAL
Pilkington enfrentó un procedimiento disciplinario de la Asociación Británica de consejería y psicoterapia (BACP). Entre sus transgresiones: “orar a Dios por sanidad de la homosexualidad” y decir “que la homosexualidad es incorrecta”. El dictamen de la BACP acaba de conocerse y considera negligencia profesional la actuación de Lesley. Por ello la acreditación profesional de Pilkington ha sido suspendida y debe completar "una amplia formación profesional". Si no la cumple, será definitivamente eliminada de la lista de consejeros profesionales, dice el informe de la BACP. Pilkington tiene 28 días para reclamar la sentencia.
El abogado de Lesley, Paul Diamond dice que todo es parte de una agenda gay para volcar los valores tradicionales de la sexualidad: “Lo llaman derechos humanos y usan términos maravillosos como tolerancia y diversidad, pero es una agenda política, cuyo objetivo parece ser remover la moral judeo-cristiana de la vida pública”.
La agenda gay es uno de los movimientos políticos más poderosos en Inglaterra. Sin embargo, según encuestas, no hay tantos homosexuales en el país. Sólo 1.5 por ciento de la población. Eso son 750 mil de una población de 60 millones.
“Ha habido un gran cambio en la nación, en los medios y particularmente en la ley, que trata a toda la agenda homosexual como algo absolutamente equivalente a la raza”.