En Inglaterra una nueva ley designada para proteger derechos de los homosexuales está teniendo un efecto imprevisto en las adopciones.
Las agencias de adopción cristianas dicen que la ley está diseñada para proteger derechos de homosexuales y eso está evitando que los niños tengan nuevos hogares.
Casi todas las agencias de adopción cristianas están cerrando, al oponerse a la nueva ley de igualdad. El fin de la ley es prohibir la discriminación por orientación sexual y requiere que las agencias de adopción consideren a parejas del mismo sexo como padres potenciales.
Pero las agencias cristianas dicen que no pueden cumplir porque la homosexualidad es incompatible con la Biblia.
Sin embargo, algunas agencias han intentado seguir abiertas, entre ellas la Sociedad Infantil Cabrini tras cambiar de nombre. El presidente ejecutivo, Terry Connor dice que ha sido un proceso difícil.
"Ha sido difícil porque al cambiar de nombre hemos tenido que convencer a quienes nos apoyan que seguimos operando casi del mismo modo de siempre en cuanto a los servicios que ofrecemos".
A Connor también le preocupa que los que más sufren son el creciente número de huérfanos que esperan una adopción: "Creo que es un momento preocupante… las estadísticas han caído en los últimos años y es preocupante porque hay más de 60.000 niños en la atención pública".
Caso de discriminación
Mike Judge del Instituto Cristiano cree que este es un claro caso de discriminación contra los cristianos que defienden sus creencias y buscan lo mejor para los niños: “Recuerde que los cristianos iniciaron el trabajo de adopción y sus agencias de adopción han hecho un trabajo notable en buscar hogares amables para niños difíciles y lamentablemente son los niños los que más van a sufrir".
La misma ley le costó su trabajo a la doctora cristiana Sheila Matthews por oponerse a que parejas homosexuales puedan adoptar. Ella dijo que los niños adoptivos estaban mejor con un padre y madre en una relación estable.
"Me fue cada vez más incómodo aprobar parejas del mismo sexo y cuando pedí abstenerme de votar en estos casos fui despedida del panel de adopciones".
Matthews, que recientemente perdió una apelación también teme que los niños estén pagando el precio: “Las agencias de adopción cristianas hacían un trabajo fantástico colocando niños en buenos hogares y creo que es una gran pérdida que no puedan seguir haciéndolo”.
Mientras el gobierno sigue defendiendo los derechos de los gays, cristianos como la doctora Matthews siguen temiendo las consecuencias a largo plazo de los niños que esperan una adopción. Desde que empezó esta ley el número de niños adoptados se ha reducido en un 30 por ciento.