“El que no es contra vosotros, por nosotros es” (Luk 9:49-50).
Este pasaje parece contradecir rotundamente nuestra ultima meditación, pero no es así. En aquél, el Salvador se dirige a los fariseos incrédulos y les dice: “si no estáis conmigo, estáis contra mí”. Pero en éste, el asunto es distinto. Los discípulos acababan de impedir que un hombre expulsara a los demonios en el Nombre de Jesús. Su argumento era el siguiente: “no sigue con nosotros”, pero Jesús les dijo: “No se lo prohibáis; porque el que no es contra vosotros, por nosotros es”.
En lo tocante a la salvación, aquellos que no están a favor de Cristo están contra él. Pero cuando hablamos del servicio cristiano, los que no están contra él están con él.
No hemos sido llamados a oponernos a otros que sirven al Señor. Nuestro mundo es grande y amplio y hay espacio en abundancia para trabajar sin pisotearnos unos a otros. Debemos tomar muy en serio las palabras del Salvador: “no se lo prohibáis”.
Por otra parte, notemos que Jesús no mandó a Juan y a los demás discípulos que se unieran a este hombre. Hay quienes emplean métodos que otros no pueden aceptar o enfatizan aspectos diversos en el mensaje que predican. Algunos han recibido más luz que otros, y tienen libertad para hacer algunas cosas que a otros les remordería la conciencia. No podemos meter a todos los creyentes en el mismo molde. Más bien, debemos regocijarnos por cada triunfo del evangelio, como Pablo hizo. éstas son sus palabras: “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros, de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por sentencia, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún” (Filp 1:15-18).
Sam Shoemaker hizo la siguiente pregunta: “¿Cuándo aprenderemos que en la gran batalla de la luz contra las tinieblas que se desarrolla en nuestro tiempo, necesitaremos del apoyo de aliados que quizás no son de nuestro gusto personal, y nos percataremos de que es necesario que todos los cristianos trabajemos juntos y nos esforcemos para avanzar contra la tormenta del Anticristo?”
William MacDonald
De día en día